El Jardín Prohibido

 


"La vieja rosa, símbolo de lo que fue y lo que podría haber sido, emerge como una metáfora conmovedora de los recuerdos que se desvanecen con el paso del tiempo y la enfermedad"


A medida que avanzamos en la lectura, somos testigos de los cambios en la vida de la protagonista.

La imagen de la rosa, antes vibrante y llena de vida, se marchita al igual que los recuerdos que una vez adornaron su mente.

La imagen  de la foto ajada y la canción de la vieja radio evocan una nostalgia profunda, capturando la dualidad de la memoria.

"El deseo de retener lo que una vez fue y lo inevitable del olvido".

La historia cobra vida a través de una serie de momentos íntimos y emocionales.

"La chispa en su mente que brilla intensamente"

"Los recuerdos que resurgen como una sonrisa en la oscuridad"

"El abrazo final del hijo que trae un respiro de luz y conexión"

El poema nos recuerda la fragilidad de la memoria y cómo cada pequeño destello de conexión puede iluminar la oscuridad de la enfermedad.


Y esa vieja rosa
del jardín prohibido
que hace tiempo ya,
abandonó Cupido.

Ya ha caído el otoño
en sus tristes ojos.

No se da cuenta
de su cabello cano.
Con cabeza gacha
pasa las mañanas.

Recuerdos vacíos 
de vanas esperanzas.

En sus manos,
 presionada,
lleva contra el pecho
una foto ajada.

Jamás la suelta.
Solo quiere verla
mas ya no recuerda,
quien se muestra en ella.

Y una canción suena,
en la vieja radio.

Brillan sus ojos,
aparece de nuevo la vida
entre dulces lágrimas.
La mira despacio
pero en silencio calla.

Mira la imagen
y por un momento
ofrece un suave beso
a la gastada foto.

Una mano
en su hombro se posa,
levanta la vista
aparece una cara sonriente
que le dice palabras 
que ya no comprende.

La música suena 
en la vieja radio.
Una canción 
que llena el espacio.
Música que lo enciende todo.

Una chispa en su mente
sin saber cómo,
brilla intensamente.

Los recuerdos aparecen.
Una sonrisa estalla,
eco de carcajada.
Verdad revelada.

Recuerda la foto,
recuerda a su amado,
y a aquel niño de la mano.
Pues lo tiene delante
y es su hijo amado.

Y ya es suficiente
par la vieja rosa,
en ese mismo instante,
en el Jardín Prohibido,
los recuerdos se desvanecen.

El pasado se difumina,
como bruma enmudece
y en el abismo del olvido, 
el pasado se siente.


N.A.

"El Jardín Prohibido" es un poema que invita a la reflexión sobre la importancia de la memoria, la familia y la conexión humana. A través de la poesía, nos enfrentamos a la realidad de la enfermedad y el paso del tiempo, pero también a la capacidad de encontrar belleza en los momentos efímeros y en las sonrisas que están en medio de la penumbra.

En un mundo donde la memoria puede ser frágil, este poema nos recuerda que cada recuerdo, por efímero que sea, es una parte intrincada de lo que somos.







 


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